Enzo se conecta a internet, un mundo que el Narrador insiste en llamar divertido pero que mantiene a Enzo en un recuadro donde se aburre y ni siquiera puede comer galletas.
Enzo se conecta a internet, un mundo que el Narrador insiste en llamar divertido pero que mantiene a Enzo en un recuadro donde se aburre y ni siquiera puede comer galletas.